En La Guajira hay que rogar para acceder a la información oficial relacionada con COVID-19

La situación es tan desafortunada, que la poca información generada, en la mayoría de los casos, copia de las páginas de entidades nacionales, solo la reproducen por medio de redes sociales tanto de la gobernación como de las alcaldías. | Ilustración: Sara Agustina

Periodistas como Sandra Guerrero, corresponsal de El Heraldo, Eliana Mejía, de El Tiempo, y Sixto Carrillo, de la emisora Cardenal Estéreo, coinciden en las dificultades que han tenido que sortear para informar de manera detallada las cifras relacionadas con COVID-19 en el departamento de La Guajira.

Por Ana Sofía Gómez

Tuuputchika – La Liga Contra el Silencio

En La Guajira los periodistas se han visto en apuros para acceder a datos oficiales sobre sobre la evolución de la pandemia por COVID-19 y sobre las medidas gubernamentales tomadas al respecto. Periodistas como Sandra Guerrero, corresponsal de El Heraldo, Eliana Mejía, de El Tiempo, y Sixto Carrillo, de la emisora Cardenal Estéreo, coinciden en las dificultades que han tenido que sortear para informar de manera detallada las cifras relacionadas con COVID-19 en el departamento. 

Las entidades encargadas entregan datos globales sin validación y desactualizados, que poco aportan a la transparencia y al manejo adecuado de la información. “No se tiene acceso a información diaria y específica por municipios, ni por edades, por dosis, ocupación de camas UCI, [ni] pacientes remitidos a otras ciudades”, expresó Guerrero. Además, la información que el Ministerio de Salud sube a su página oficial sobre las estadísticas relacionadas con COVID-19 en La Guajira tiene ya un retraso de 48 horas. 

La información en la página de la Secretaría de Salud de La Guajira no está actualizada, mientras que, en la Secretaría de Salud del Distrito de Riohacha es difícil encontrar información procesada sobre la pandemia. “La información es rogada y el desorden es total”, expresó la corresponsal de El Tiempo, Eliana Mejía. Sixto Carrillo, de la emisora Cardenal Estéreo, también manifestó su preocupación por la falta de datos oficiales sobre los acontecimientos relacionados con COVID-19 a nivel regional. “Sigo en Twitter a Víctor Muñoz, director del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, para poder actualizar los datos de la pandemia, porque ni la gobernación, ni las alcaldías entregan información oportuna”, dijo. En esa medida, no tener acceso a información pública en clave regional, alrededor de una situación nueva en el país como la pandemia, ocasiona serias dificultades para hacer un mejor seguimiento.

La situación es tan desafortunada, que la poca información generada, en la mayoría de los casos, copia de las páginas de entidades nacionales, solo la reproducen por medio de redes sociales tanto de la gobernación como de las alcaldías. De esta forma, se le resta importancia a la difusión masiva de información a través de medios de comunicación de mayor cobertura y consumo. Con el agravante de que, en reiteradas ocasiones, se ha publicado información errada, alimentando así la confusión y el desconcierto en la comunidad. Por ejemplo, en la red de Instagram de la Secretaría de Salud de La Guajira se invitó a las madres gestantes de Riohacha a los puntos de vacunación para recibir la inmunización de marca Pfizer contra el virus que causa la COVID-19 los días 23, 24 y 25 de julio. No obstante, esta información no era cierta, pues no se contaba con esa vacuna y tuvieron que retirar la campaña de redes, lo que generó mucha confusión en la comunidad. 

Como se ve, la falta de divulgación, de continuidad y, en muchos casos, la desinformación por parte de las instituciones del nivel departamental y distrital es la constante en La Guajira, como lo es en otras regiones del país. No hay en el departamento un manejo estadístico confiable y permanente que permita conocer de primera mano cuántos son los casos confirmados, el seguimiento a esos casos, la hospitalización, la ocupación UCI, la mortalidad, la recuperación diaria o siquiera semanal, ni mucho menos, la discriminación de estos datos por municipios, comunas, edades, género y grupos étnicos. Esto es especialmente grave teniendo en cuenta el pluralismo de este territorio fronterizo que tiene casi un millón de habitantes, altos niveles de desigualdad y largas distancias entre personas, centros de salud y unidades de cuidados intensivos.

Categorías:

Deja un comentario